El paladar

El paladar consta de dos partes, una anterior, ósea, que se encuentra justo detrás de los incisivos, y la otra más posterior y muscular es el paladar blando, que termina en la úvula. El primero es fijo, inamovible, el segundo es móvil y juega un papel importante en el habla.

Durante el primer examen del bebé, si hay un paladar hendido, se requiere un cuidado y atención. Si la fisura es amplia y afecta a la parte anterior, ósea, pondremos una placa palatina de resina. Esta placa se mantiene día y noche, evitando la interposición de la lengua en la fisura, facilita la alimentación con biberón, calma al niño.

Aconsejamos biberones adaptados, como el Haberman (Medela ®) para ayudar al niño durante la alimentación y evitar que no duren mas de 30 minutos. Si la fisura afecta a todo el paladar no se aconseja dar el pecho es ineficaz, incluso con una placa de resina del paladar. La madre puede extraerse la leche y darle el biberón.

La cirugía de paladar se hace entre los 4 y 6 meses. Se necesita una hospitalización de 5 días. Uno de los padres acompaña al niño y se queda con él durante todo este período. La operación dura una hora. Se realiza bajo anestesia general. El cierre es siempre posible, incluso si la fisura parece ancha. No es necesario hacer un injerto o prótesis para cerrar la fisura. Todo está presente, como en el labio, solo debemos poner en su lugar los elementos separados, no fusionados, y suturarlos.

Durante la operación para cerrar el paladar, mientras el niño está dormido, el cirujano otólogo controla el estado de oído. Si hay una otitis media serosa, el líquido detrás del tímpano, se abre el tímpano (miringotomía) y coloca un drenaje timpánico (diábolo, yoyo,…).